Montevideo, 20 de noviembre de 2012 .
Ante la decisión del gobierno de no avalar el acuerdo alcanzado entre los trabajadores y las patronales de la bebida en el marco del Consejo de Salarios, el PCU declara:
Ante la decisión del gobierno de no avalar el acuerdo alcanzado entre los trabajadores y las patronales de la bebida en el marco del Consejo de Salarios, el PCU declara:
1) La lucha de los trabajadores por conquistar incrementos salariales es justa. Reconocemos los avances logrados fruto de la reinstalación de los Consejos de Salarios y de la lucha de los trabajadores organizados. Pero también señalamos que el peso de la masa salarial en el PBI aún es inferior a la previa de la crisis. Uruguay mantiene un nivel altísimo de concentración de la riqueza fruto del efecto combinado de la dictadura, el neoliberalismo de los 90 y la crisis de 2002. Para avanzar en la redistribución de la riqueza la recuperación del salario es el elemento clave. El capital ha visto multiplicados geométricamente sus ingresos, la tierra ha multiplicado por 6 su valor, los productos de exportación tienen valores históricos, creció el consumo interno. Hay de donde redistribuir y se debe redistribuir a favor de los trabajadores.
2) En el programa de gobierno del Frente Amplio aprobado en el V Congreso Extraordinario Zelmar Michelini realizado en diciembre de 2008 se dice textualmente: “La política salarial del primer gobierno del Frente Amplio se basó en recuperar el salario perdido durante la administración Batlle. Fue una política de dignificación del salario, aún es necesario avanzar en la redistribución del ingreso. Por ende la política salarial del período 2010-2014 debe tener claramente un efecto redistributivo y para ello es necesario mejorar la relación entre la masa salarial e ingreso nacional (indicador de la redistribución funcional de los ingresos)”.
3) La inflación nos preocupa porque los primeros afectados son los trabajadores y jubilados que dependen de un ingreso fijo y los más pobres. Pero el salario no es el factor determinante de la inflación. En el caso de la bebida, si el incremento salarial fuera trasladado a los precios, cosa que no tendría porque ocurrir, la incidencia real sería de unos pocos céntimos.
4) Las patronales, los economistas neoliberales y la derecha política insisten en señalar que el aumento salarial es un factor inflacionario y reclaman que se moderen o se congelen los salarios y que se corte lo que denominan el “gasto social”. No es nuevo, eso hicieron desde el poder en los 90 y también durante la crisis de 2002. Esos argumentos no son ciertos. También son falsos cuando hablan de enfrentar los efectos de la crisis internacional con la misma receta. Ya lo pidieron en el 2009 y el FA rechazó esos planteos, mantuvo la negociación colectiva, la recuperación salarial y aumentó la inversión pública y los programas sociales. Hoy debemos recorrer el mismo camino.
5) Si se quiere atacar los empujes inflacionarios, objetivo que compartimos, se debe poner en discusión la tasa de ganancia del capital. En los Consejos de Salarios se discute que porción del valor agregado se llevan los empresarios y que porción los trabajadores. ¿Por qué se debe limitar la de los trabajadores, que es claramente la menor, y mantener en los niveles más altos de la historia la de los empresarios sin tocarla?
6) Para atacar la inflación se puede fijar el precio de los productos de primera necesidad, se puede discutir la situación del mercado inmobiliario y de los precios de los alquileres y las casas, se pueden discutir las tasas de interés de las tarjetas de crédito que encarecen el consumo.
7) El PCU, como partido identificado con los trabajadores, por concepción ideológica, definición política y composición social, consecuente con el programa de gobierno del FA se pronuncia por más negociación colectiva, mejores.
